Conejo Sombrío

La luz de mi vida se ha apagado, ahora camino en las tinieblas.

Hace un año, mi amiga y yo comenzamos un juego caliente y no hemos perdido oportunidad de llevarlo en práctica.
Mi amiga, Lulu, es una chica de más de 1.70 m, con pechos grandes, plenos.
Tiene cabello corto castaño, ojos grandes y azules, y un cuerpo curvilíneo que parece decir a su paso que es una invitación sexual.
Yo no le voy en zaga.
Soy un poco más alta que ella, con pelo largo claro, ojos marrones y un busto llamativo.
¡Somos un dúo a todo sexo!


Empezare contando lo que sucedió un año atrás.
Estabamos en mi casa, solas, fumando y bebiendo, habíamos conversado sobre algunas aventuras amorosas y nuestro humor estaba para ese momento un poco especial.
Mi novio había ido de viaje y el de ella se había ido a trabajar lejos hacía varios meses.
Durante ese tiempo la excitación había in crescendo y aquella noche hizo eclosión.
A consecuencia de nuestro humor le sugerí a Lulu mirar las revistas de desnudos de mi novio.
Aunque el se hacía el desentendido, yo sabía bien donde las guardaba. Con nuestro ánimo caliente y al contemplar esas imágenes sexys, la consecuencia natural fue que comenzábamos a mojarnos cada vez más.
Tanto que, por primera vez, empezamos a acariciarnos sensualmente.
Lo inició Lulu, y con eso no quiero echarle la culpa de nada, en todo caso sería su mérito, y yo respondí inmediatamente.
Deslizó su mano sobre el escote de mi remera acariciándome los senos a cada momento con un poco más de fuerza.
¡Qué sensación tan estimulante! Lulu se acercó a mi oído y me dijo en voz muy queda.
¿Por qué no nos lamemos una a la otra y jugamos a la esclava?

-Cómo es ese juego de la esclava?-le pregunté mientras me sacaba la remera y el corpiño de encaje rojo.
-Veo que entendés de qué se trata aunque preguntes-me contestó ella mientras repetía mi gesto quedándose desnuda hasta la cintura.
Luego continúo:
-¡El juego de la esclava consiste en satisfacer las fantasías de la otra!
Lulu se desnudó.
¡Es hermosa!
Se inclinó hacia mí y me cubrió con su cuerpo voluptuoso. Me besó de lleno en la boca, mientras la lengua se enredaba con la mía.
-Quiero que seas mi esclava-me murmuraba-, y yo seré después la tuya y podrás hacer conmigo lo que desees.
La idea me excitó aún más y me quité el bikini separando las piernas.
Ella me elevó la cola sobre una almohada.
-¿Qué te parece la idea?- volvió a preguntarme.
Yo empujé mi vagina ansiosa y húmeda al aire y le contesté:
-¡Soy tu esclava sexual, voy a hacer todo lo que desees!
-Será hermoso!-respondió en un gemido felino y sensual.
Eso fue el comienzo de una semana en que no dejamos de acariciarnos, succionarnos, lamernos, mordernos y penetrarnos. Nos turnábamos para tomar el papel de la esclava y la ama.
Una se divertía más que la otra. Lo intentamos todo, lo que habíamos leído en el bloc de FranConejo y también lo que nuestra imaginación nos dictaba.
El primer día, el papel de la esclava me tocó a mí. Lulu colocó una larga chalina de seda en mi cuello.
Ató mis manos y mis pies con corbatas de terciopelo.
Cuando caminaba tenía que llevar mis manos atadas a la espalda.
Me colocó también cadenas como collares de diferente largor, algunas colgaban alrededor de mis senos.
Eso me hacía sentir bastante exótica. También me puso un cinturón de metal.
Después la vi preparar unos lazos extraños, no tenía idea de lo que estaba haciendo, pero se me ocurría muy excitante.
Un rato después, los lazos fueron colocados en unos ganchos que había en el techo y yo nunca había visto antes.
Me sujetó a estos por medio de los lazos, allí estaba indefensa y desnuda.
Lulu me obligó a abrir las piernas mientras me daba suaves fustazos en la espalda.
Después prosiguió con los golpes en el buso, la entrepierna y el trasero.
¡Me calentaba tanto que creí que no podría esperar el momento para chuparle la concha!
Después de una media hora de este juego alocado, ella empezó a frotar sus genitales contra los míos hasta llegar al orgasmo.
Luego se arrodilló y me succionó hasta dejarme seca.
Después me dejó liberarme de las ataduras que me unían a los ganchos y colocó mi cara entre sus piernas.
Los pechos grandes y transpirados de Lulu se balanceaban mientras me pedía que le hiciera llegar.
¡Y ya lo creo que terminó!
Mi cara quedó empapada con sus jugos. Los dos caímos en un profundo estado de sopor.
Fumamos un cigarrillo y nos fuimos a bañar juntas.
Como esclava, me correspondía a mí bañarla, como ella lo haría luego conmigo cuando yo fuera la ama.
La succioné desde los senos hasta los pies.
Lulu parecía que iba a estallar de tanto estremecerse.
Las dos estábamos totalmente enjabonadas y nos divertíamos frotándonos los senos y vaginas juntas.
-No puedo esperar más para ser tu esclava-me dijo.
Estaba segura de que Lulu realmente sentía lo que me decía.
-Mañana será mi día. ¿De acuerdo?-le pregunté.
Ella asintió, sonriéndome suavemente mientras nos secábamos los cuerpos empapados.
Durante todo el día seguía siendo la esclava de Lulu postrándome ante ella.
Fue una gran diversión.
Siempre disfruté haciendo cosas por mi amiga y ahora que sabía que tendría un premio fabuloso gozaba mucho más.
Aquella noche, estaba acostada de espaldas, tendida sobre una falda mientras ella me toqueteaba.
Había perdido la cuenta de cuantos orgasmos había tenido, pero ella quería que aún fuesen más.
Me levantó y me llevó hacia el cuarto de la esclava, así llamamos al que tiene el gancho en el techo.
Me ató al tiempo que me decía obscenidades. Me besó con fuerza en la boca.
Frotó su cuerpo contra el mío y me dio un fuerte pellizcón en el costado de un seno.
Luego salió y regresó con en consolador, pero esta vez era otro que llevaba atado en la cintura.
¡Esto no me lo esperaba!
Lulu me estuvo penetrando durante horas. Luego me ordeno succionarlo.
Me frotó sobre los senos, haciendo como si fuera de verdad y fue a vacilarse sobre mis pechos o el vientre.
Esto realmente me excitó.
Me hizo acostar en la cama con las piernas separadas y la vagina elevada a ella. Me ató las muñecas y luego los talones con pañuelos.
-Dentro de un rato estarás pidiendo que te ponga la concha para chuparla!-me dijo.
Sonrió mientras tomaba el vibrador y lo introducía profundamente en su interior. Se movía arriba y abajo de mi vagina.
Colocó una almohada debajo de mi cola y comenzó a frotar sus genitales contra los míos.
Por momentos sacaba el consolador de su interior y lo introducía con furia dentro de mi vagina.
-¡Cojeme!-me decía mientras se inclinaba sobre mí y me mordía el pezón izquierdo, para luego empezar a succionar el seno.
Luego seguía:
-Déjame llegar a tu concha. ¡Necesito llegar!
Lulu me volvía loca con sus palabras. Me había dejado completamente a su merced.
Para ese momento mi estimulación había llegado a tal grado que empezaba a sentir que realmente me estaba follando a ella.
Fue entonces cuando respondí:
-Fregá tu concha en la mía. Quiero sentir esos labios jugosos sobre los míos. Quiero sentir como te mojas. ¡Vamos, termina arriba mío!-se lo rogaba y estaba a punto de llorar.
¡Era la sensación más electrificante que hubiera experimentado nunca!
A la mañana siguiente me desperte con una sensación cosquilleante entre mis piernas.
Era Lulu lamiendo los labios de mi vagina. Unos segundos después yo gemía y me estremecía de placer
-Buenos días-me dijo-¿Hay algo especial que tu esclava pueda hacer por ti?-finalizó.
Me había lamido los pezones y frotado el clítoris hinchado con sus dedos trémulos.
Le dije que me gustaba lo que hacía y que deseaba que siguiera mordisqueánome hasta que tomásemos el desayuno.
Ella hacía todo tan magnífico que pronto supe que pasaría una jornada maravillosa.
Me pasé el día satisfaciendo mis fantasías.
No solamente le hice a ella lo que ella hizo conmigo, sino que le sugerí que nos fuésemos a comprar corpiños al centro.
Fuimos en mi auto y en el camino nos detuvimos a cargar nafta en una estación de servicio que estaba en un bar de cuarta.
La llevé a Lulu hasta el baño de damas, esos lugares siempre tienen baños dudosos con aberturas por donde se puede espiar.
Sin decirle nada a mi amiga, me había llevado algunos juguetitos.
El lugar estaba desierto. Sobre el lavatorio había un espejo y otro en una de las paredes que enfrentaba la puerta.
Se me ocurrió ofrecerles un buen espectáculo a los mirones. Hice que Lulu me lamiera
Me encanta cuando me succiona y me mordisquea los labios de la vagina. Me pongo realmente excitada cuando hace eso.
Mientras me lamía se masturbaba. Luego yo me senté en el inodoro y ella me montó en la cara.
Hundí mi boca en su cofre caliente y jugoso y lo chupé como si se tratara de un fruto divino.
Dejé el juguete para el final. Después que la había hecho llegar y estremecerse, me até el consolador y me incliné sobre el lavatorio para poder luego embestirla.
Lulu sólo pudo soportar durante 10 minutos mi intensa penetración. No le había dejado respiro y la pobre estaba cansada.
Me pedía que me detuviera. Le dije que si estaba bromeando.
Luego, le até las manos y terminé el trabajo. Me sentía como una puta y así llegué al orgasmo.
Luego metí el consolador en su boca para que lo lamiera y lo dejara totalmente limpio. También tubo que chupar cada gota de mi jugo.
Después seguimos nuestro camino para comprar corpiños. Los vestuarios son lugares divertidos.
Hice que me lamiera o succionara en los sitios que pude.
¡Era algo realmente excitante hacerlo en esos pequeños gabinetes con la posibilidad de que cualquiera nos descubra en el momento más impensado!
Actualmente, hacemos todo lo que se nos ocurre y es posible llevar a la práctica.
Aún tenemos nuestros novios, pero nos hemos transformado en mejores amigas dese que mantenemos este régimen de "esclavitud".
Desde que somos capaces de actuar ese papel han sucedido cosas interesantes.
Noches atrás fuimos a un bar de lesbianas e hicimos varios levantes en púbico, además de hacer demostraciones entre nosotras.
Hoy me tocará ser su esclava. Me hará desnudar y luego a dar una ducha en el baño para continuar ordenandome cosas.
¡No puedo esperar a que se inicie el juego! Me encanta esto.
Podemos pasarnos todo el día practicándolo sin por eso aburrirnos y volver a iniciarlo al dia siguiente.

Y vos! que esperas para jugar este juego con tu amig@?


CAAFF

2 comentarios:

exelente... este caso es muy particular, nunca me ah gustado el erotismo escrito, digo erotismo porque no me parece cualquier relato pornografico, es mas parecido a lo que es el sexo tantrico... si esto es un montaje esta muy bien realizado, y si es real... bien por las amigas... jajaja

Yooo quiero una amiga asiiii un sueño hecho realidad soy bi también . Saludos

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Conejo Sombrio

Dios ha muerto, los hombres lo han matado



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