Conejo Sombrío

La luz de mi vida se ha apagado, ahora camino en las tinieblas.

Para Sandra.
Me interno entre tus lindas piernas
para libar, con desesperación,
el néctar dulce de tu sexo.
¡Ah! -exclamas-,
tus pezones lucen erectos
mientras mis manos acarician tus bellos senos.
Mojo tu vientre con mi saliva,
tus líquidos vaginales escurren
por todo mi rostro.
Penetro mi dedo hasta tu clítoris;
extasiada de placer, muerdes tu labio:
sangre aparece por tu boca.
Nos abrazamos, mi falo luce erecto.
Tu lengua, donde se mezcla la sangre,
la saliva y mi semen, pide un descanso.
Volteo, estás llorando.
Nos miramos fijamente.
El sudor escurre por mi espalda.
Entre el semen, tus líquidos y la noche,
guardamos nuestra pasión
y regresamos a la nada.

AAR

1 comentarios:

este es un estilo un poco mas... como decirlo... crudo... osea el otro extremo, lo contrario a el de arriba...

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Conejo Sombrio

Dios ha muerto, los hombres lo han matado



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