Conejo Sombrío

La luz de mi vida se ha apagado, ahora camino en las tinieblas.

Para Sandra.
Busco la pasión siempre escondida
tras el velo mágico de lo ignoto;
persigo, sin hallar aún la verdad,
el silencio oscuro de tu voz.
Dulces sueños interrumpen mi vigilia,
sólo se dispersa el humo del incienso.
Avanza, entonces, con profuso sigilo,
entre los espacios de la nada,
bajo la calidez de la noche,
la bella presencia de la soledad.
Vuelvo, mirando de soslayo,
a refugiarme en los sueños.
¡Pardiez! -exclamoaturdido
por el silencio.
Nuevamente,
busco la pasión siempre escondida
tras el velo mágico de lo ignoto.

AAR

2 comentarios:

te vas a los extremos, este por ejemplo es exquisito... pero el de abajo...

Tu poesía es tan misteriosa y a la vez refleja todo lo que sentís en resumidas palabras...
Amo tu forma de escribir

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Conejo Sombrio

Dios ha muerto, los hombres lo han matado



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