Conejo Sombrío

La luz de mi vida se ha apagado, ahora camino en las tinieblas.

Aires purificados se pudren en el cielo
con el tósigo maldito de los dioses buenos;
destruyen la armonía con sus oscuros cuernos:
los ángeles asesinos emprenden el vuelo.
Miserables excomuniones de antros divinos
realiza el sagrado Dios de la maldad sin velo,
envenena la naturaleza con recelo
en contra de los patéticos hombres benignos.
¡Por la luz inconmensurable del santo padre!
se maldice la existencia de los pecadores:
las pasiones no desean la nefanda indulgencia
de ese Dios protervo ni tampoco de su madre,
no comprenden la lujuria de los salvadores:
fornican todo el día con gran concupiscencia.

AAR

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Conejo Sombrio

Dios ha muerto, los hombres lo han matado



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