Conejo Sombrío

La luz de mi vida se ha apagado, ahora camino en las tinieblas.

Bajó la mirada. 
Una lluvia ígnea penetró por su cabeza. 
El aire, aún gélido, sopló retazos de melancolía y de tristeza. 
Estaba solo. 
Abrazó a su soledad, la escupió.
Se alejó. 
De sus ojos brotaron trozos de miedo; 
sus manos apretaron al silencio. 
El camino lucía desierto. 
Se levantó. 
Tomó a su corazón y lo ahogó entre la mierda de un gallinero. 
Avanzó entre el silencio de su sombra.
Al fondo, un puñal asesinaba a sus padres. 
Alzó la mirada. 
Una sonrisa apareció en su rostro muerto.

AAR

0 comentarios:

Publicar un comentario



Conejo Sombrio

Dios ha muerto, los hombres lo han matado



Entradas populares

Sombras