Conejo Sombrío

La luz de mi vida se ha apagado, ahora camino en las tinieblas.

Fluye el agua entre las máscaras ígneas de la existencia.
Avanza... No se detiene.
Un niño, olvidado,
con las cicatrices del futuro en su rostro,
observa el devenir inexorable de la vida.
Se desangra la noche sobre las mujeres muertas que yacen en el jardín.
El agua escurre sobre los rostros muertos.
El niño, con una flor en la mano,
se pierde entre la oscuridad de la muerte.


AAR

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Conejo Sombrio

Dios ha muerto, los hombres lo han matado



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